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Una venta es mucho más que dominar un conjunto de técnicas o máximas para atraer o cerrar.

El objetivo de un proceso de ventas es verificar en tiempo real y de manera objetiva las oportunidades de cerrar una venta. Por consiguiente la venta no es una actividad única, es un conjunto de tareas pensadas para promover la compra de un artículo o servicio y estas actividades se llevan a cabo en diversas etapas.

Previo a poder identificar las necesidades de un consumidor se requiere crear un clima confiable que lleve al intercambio de ideas. Dicho clima requiere una cuidadosa armonía entre la generación de un vínculo y el empleo de la persuasión.

Un proceso de ventas bien establecido es el secreto para cerrar más ventas en menor tiempo. El proceso de venta no es directo, no se pasa de la primera fase a la segunda y se continúa avanzando. Es un permanente proceso sucesivo; muchas veces el intercambio de datos puede generar resistencia y se torna imposible continuar con el proceso ante tal barrera. El remedio es regresar a la primera fase y procurar conseguir nuevamente una invitación para proseguir.

El proceso de ventas requiere que el vendedor, aparte de haber efectuado un curso de comercio y ventas, esté siempre preparado para empezar desde el inicio para fortalecer la relación.